Operaciones de cirugía estética vaginal como la vaginoplastia, la himenoplastia o la labioplastia, hasta hace poco muy mal valoradas por el status médico, y que ocasionan situaciones de inseguridad así como molestias de índole diversa, permiten corregir defectos, rejuvenecer o embellecer la zona íntima de la mujer.
El origen de trastornos como una vagina ancha o estrecha puede ser genético o adquirido, y pueden ser solucionados gracias a las intervenciones de cirugía estética vaginal.
Algunos defectos congénitos, accidentes, el envejecimiento y múltiples partos, producen cambios y estiramientos en la zona vaginal que si bien no significan un problema en sí mismos, pueden tener efectos colaterales.
En ocasiones puede haber molestias físicas
o dolores, como en algunos casos de hipertrofia labial, pero no debemos
restarle importancia al impacto psicológico: baja autoestima, inseguridad a la
hora de tener relaciones íntimas, etc.
Gracias a la cirugía estética vaginal y a la cirugía de
rejuvenecimiento vaginal, es posible devolver el tamaño y la simetría ideales,
para gozar de una vida sexual sana y placentera.
La cirugía estética vaginal (CEV) corrige
los defectos físicos para sentirse mejor, tanto física como psicológicament.
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